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Tres mujeres, tres países, tres medios

Tres periodistas que asistieron al taller de emprendimiento organizado por la FNPI y SembraMedia, unen fuerzas desde Argentina y Chile para apoyar el lanzamiento de un nuevo medio en Honduras, Contracorriente. Agustina Grasso, de Escritura Crónica comparte la experiencia.
Equipo SembraMedia

Equipo SembraMedia

30 October, 2017

Por Agustina Grasso, fundadora de Escritura Crónica

Nos conocimos hace tres meses en El Otro, encuentro latinoamericano de periodismo emprendedor en Lima, organizado por la FNPI y SembraMedia. Logramos encontramos en ese punto intermedio latinoamericano ya que ninguna de las tres es de Perú: Jennifer Avila, fundadora del medio Contracorriente, viajó desde Honduras; Yasna Mussa,  cofundadora y editora de la Revista Late, desde Chile; y en mi caso, como fundadora del sitio  Escritura Crónica, desde Argentina.

Lanzarnos como mujeres a tener nuestro medio propio, sin ninguna estructura detrás, no es tarea sencilla. Por lo cual, conocernos y compartir vivencias, en un marco de  capacitaciones sobre este mundo periodístico innovador que estamos experimentando, fue muy importante para repensar nuestros proyectos.

Algunos de los conceptos que surgieron esos días fueron crear alianzas; manejar equipos; producir contenido; planificar estrategias en redes sociales; pensar modelos de negocio y cómo tratar con la audiencia.  Algo preponderante fue el espíritu de empuje hacia la unión de nuestros medios incipientes, bajo una lógica colaborativa. Fue así que nos dimos cuenta que si dejábamos atrás la tradición de competencia que tienen los medios tradicionales podríamos crecer de manera regional y mancomunada.

Bajo esta lógica, la semana pasada, Yasna Mussa y yo pudimos viajar a Honduras, uno de los países de la región con mayor riesgo para el periodismo independiente, al lanzamiento oficial de Contracorriente.  “Este nuevo medio digital en Honduras busca conectar a la sociedad hondureña, especialmente jóvenes con la realidad que no se está contando, buscando nuevas narrativas para involucrar a la comunidad. Por eso, el lanzamiento (que duró cuatro días) tuvo espacios de formación, conversatorios y de fiesta para discutir qué tipo de periodismo necesita Honduras. Cómo podemos contar las historias”, explicó Jennifer Ávila.

“Siendo Contracorriente un medio dirigido por mujeres (aunque no exclusivo de mujeres), vimos muy importante que otras periodistas que estén en el camino de crear nuevos medios, de innovar con diversas narrativas vinieran a compartir esas experiencias con nuestro equipo pero también con nuestra audiencia, porque para nosotros es muy importante tejer redes fuertes que den el mensaje también de que no estamos solas y que el trabajo colaborativo es una nueva forma de unir miradas y contar realidades que están conectadas”, completó la periodista hondureña.

Fue así que desde el 17 al 21 de octubre pasado se llevaron adelante cuatro talleres en espacios educativos de la ciudad de San Pedro Sula sobre nuevas narrativas. Uno estuvo a cargo de Yasna Mussa, quien dio una capacitación sobre reporteo: “una mirada lenta y profunda”, basada en su experiencia como reportera freelance para medios internacionales. En mi caso, di un taller de crónicas cortas “Somos Historias” sobre cómo a partir de relatos de la vida cotidiana se pueden evidenciar problemáticas del país. Y respecto a las otras dos capacitaciones, una fue exclusiva para editores y estuvo a cargo de la periodista guatemalteca Alejandra Gutierrez, quien por cinco años fue editora y directora editorial de Plaza Pública; y la otra fue sobre código abierto para la gestión cultural, dada por el español Daniel Cotillas, impulsor de Nodo Común, amante de la comunicación de código abierto para la generación de procesos sociales participativos.

“Ser testigo de todo el esfuerzo, creatividad, valentía y profesionalismo que lleva a cabo el equipo de Contracorriente ha sido un privilegio enorme. En un país como Honduras, contar historias desde la honestidad es un acto revolucionario. Tomar una cámara fotográfica, una grabadora y un lápiz pueden ser actos de resistencia. Luego de una semana de talleres, charlas e intercambio de experiencias, me quedo con la mejor de las impresiones y la certeza de que este es solo el comienzo de un camino que irá cosechando los frutos de un trabajo en equipo que traspasa fronteras”,  concluyó Yasna Mussa.