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Fortalecer el modelo de negocios para garantizar el compromiso con la comunidad: el caso de El Cuarto Mosquetero

Hace seis años, Lina se propuso crear un medio que contara historias invisibilizadas de la región del Meta, en Colombia. En un contexto donde los medios alternativos pelean por sobrevivir, El Cuarto Mosquetero alcanzó su sostenibilidad y sigue creciendo de la mano de Metis.
Lucia Cholakian Herrera

Lucia Cholakian Herrera

7 June, 2022

País

Colombia

Año de fundación

2015

Fuentes de ingresos

Creación de contenido, agencia de marketing

Temas que aborda

Paz, territorio, cultura, sindicato, luchas sociales, derechos humanos.


¡Pst! Este caso de estudio te será especialmente útil si buscas:

  • Conocer estrategias para hacer sostenible un medio con anclaje social.
  • Crear nuevas formas de financiación para sostener tu medio.
  • Leer sobre la importancia del liderazgo en los proyectos de comunicación comunitaria.
  • Aprender sobre los beneficios de organizar el flujo de trabajo en tu equipo.

El Cuarto Mosquetero surgió, como muchos otros medios independientes, de las ganas de aportar a su comunidad desde la comunicación. Situado en el Meta, departamento rural ubicado al centro de Colombia que cuenta con un millón de habitantes; el proyecto fue iniciado por Lina Álvarez en 2015, cuando tenía apenas 20 años. 

El objetivo era conectar a las personas, sus problemáticas y sus voces con formatos periodísticos que les permitieran contar sus historias. Su decisión estuvo guiada por la certeza de que los y las habitantes del Meta no encontraban un lugar para expresar sus problemáticas, debido a que la mayoría de los medios dependía de la pauta gubernamental para subsistir. Esa dependencia limitaba la cobertura de algunos hechos sociales que sucedían en el territorio, dejando de lado historias sobre desalojos, abusos y violencias.

La particularidad principal de El Cuarto Mosquetero es que resalta las voces de los más pequeños. Reporteritos fue su primer y más ambicioso proyecto y consiste en la formación de niños/as y jóvenes del Meta para que ellos mismos aporten a la defensa del territorio, la construcción de paz y a la equidad de género. Cada año, el equipo forma a entre 80 y 100 niñas y niños de Villavicencio, Restrepo, Acacías, Cumaral y zonas rurales del departamento de Santander; con el apoyo de convocatorias a las que fueron aplicando para sostenerlo. Entre ellas, Lina destaca el apoyo del Fondo Luminaria, un fondo feminista, que les permitió trabajar durante los últimos años. 

 

Como en muchas otras comunidades del interior de Colombia, las últimas décadas no fueron fáciles. Incluso luego de la firma de los Acuerdos de Paz, la violencia y enfrentamientos persisten en los territorios y afectan a generaciones enteras. “El departamento del Meta tiene algunos de los índices más altos de feminicidios y violencias contra la comunidad LGBT. Tuvo muchos desplazamientos e impactos hacia las comunidades, tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda. Por eso son muchos los jóvenes que se preocupan e involucran”, describe Lina. Los chicos y jóvenes del Meta, interpelados por la realidad social, comenzaron a participar a través de las herramientas comunicacionales de Reporteritxs. 

Ya llevan formados a más de 500 reporteritas y reporteritos, quienes adquirieron conocimiento en materia de audiovisuales, foto reportajes, textos y podcast. En la actualidad se sumaron algunos colegios a impartir la formación, que se realiza por cohortes. Desde su comienzo hasta hoy, Reporteritxs realizó encuentros, exposiciones fotográficas, publicó una revista digital, hizo cortometrajes y siete ediciones del “Foro de comunicación para la defensa del territorio y la construcción de paz territorial”; y siguen trabajando para alcanzar cada vez a más comunidades.

¿Cómo lograr sostenibilidad?

Como muchos medios de anclaje comunitario, gran parte de la potencia de El Cuarto Mosquetero fue el compromiso de sus integrantes. Lina y su equipo (que llegó a alcanzar los 35 miembros voluntarios) trabajaron en el medio de forma gratuita, garantizando su ingreso personal por otras vías mientras buscaban con El Cuarto Mosquetero nuevas maneras de alcanzar a más personas y afinar su enfoque según el contexto social lo demandara. 

En una comunidad como la del Meta y en un contexto histórico como el proceso de paz iniciado en Colombia en 2016, este contexto es tan cambiante como diverso. Y mientras muchos de los medios locales no cubrían temas como los desalojos que estaban sucediendo en el territorio, porque dependían de la pauta del gobierno para subsistir, el equipo de El Cuarto Mosquetero comenzó a nutrirse de voluntarios y estudiantes que colaboraron con su construcción.

Fue entonces, con ese crecimiento del equipo y su labor periodística, que apareció la respuesta a la pregunta de cómo lograr el ingreso para los salarios. “Durante el proceso de evolución del medio empezamos a fortalecer la prestación de servicios para alcanzar nuestra sostenibilidad”, cuenta Lina. Lentamente, algunas organizaciones, sindicatos y empresas comenzaron a solicitar sus servicios para la creación de contenidos. Entre ellas, la Unión Sindical Obrera del Meta, para la que hoy realizan un trabajo integral de comunicación.Fuimos adquiriendo nuevos equipos, y los servicios que prestábamos eran en audiovisual, podcast y registro fotográfico a organizaciones sociales y ONGs, pero para cosas muy específicas: algo que se paga bien, pero no sale todo el tiempo”. 

 

Fue por eso que, en medio de la pandemia y todas las complicaciones que trajo, decidieron profesionalizar ese aspecto de su medio y volverlo algo sistemático, organizado y que se sostuviera en el tiempo. La creación de Mosquetero Marketing, su agencia de contenidos, fue la forma de lograr ese objetivo. La agencia ofrece paquetes de contenidos comunicacionales según las necesidades del cliente, y cuentan con distintos planes: en algunos casos es la creación de piezas para redes sociales, en otras el manejo total de las redes, un registro fotográfico o una creación audiovisual. En el caso de algunos clientes, los pedidos son específicos y particulares. En otros, como en el de la Unión Sindical Obrera del Meta, el trabajo es sostenido en el tiempo y funciona como un trabajo de prensa integral. Al poco tiempo, el crecimiento fue exponencial.

“En Mosquetero Marketing prestamos servicios a empresas, empresarios, emprendedores, organizaciones sociales, en el manejo de redes, publicidad, diseño, producción audiovisual, podcast, foto, para potenciar su participación en los ecosistemas digitales y hacerle frente a lo que ha sido la pandemia. Aunque también prestamos servicios de diseño, lo que funcionó es el manejo de redes sociales: llevamos cuatro meses en este proceso y ya, sin necesidad de hacernos publicidad, tuvimos más de 15 clientes”, destaca. Hoy, los ingresos que genera la agencia les permiten pagar los salarios de las siete personas que trabajan en el medio de forma permanente, los gastos operativos (como Internet y el alquiler), invertir en algunos equipos nuevos y generar ganancias. 

En ese sentido, Metis llegó para impulsar esa voluntad que ya tenían: Lina estaba tomando clases de educación financiera, intentando comprender qué pasos eran más estratégicos para alcanzar su meta. “Ya seguíamos a SembraMedia, y cuando salió la convocatoria de este año sentí que teníamos la capacidad de solicitar y quedar. Metis es la primera convocatoria de este tipo enfocada en mujeres periodistas”. Esa distinción fue fundamental. Con un equipo y un recorrido consolidados, una mirada periodística clara y un anclaje fuerte en su comunidad, las herramientas que El Cuarto Mosquetero necesitaba eran muy precisas: un acompañamiento y guía intensivas para su estructura organizacional y financiera que funcionaran de apoyo para su deseo ulterior: llegar a la mayor cantidad de comunidades posibles. Y desde el inicio del trabajo, Lina logró fortalecer la estructura organizacional, desarrollar su liderazgo con atención, diversificar su modelo de negocios y volver sostenible a su equipo de trabajo.

Como en todo liderazgo, llevar adelante un equipo como el de El Cuarto Mosquetero supuso varios desafíos. Lina tiene una personalidad muy enérgica, su cabeza está permanentemente ideando nuevas estrategias y pensando cómo seguir creciendo, pero con Metis llegó la hora de ordenar y delegar algunas tareas. Entonces se propuso fortalecer su equipo y reorganizar las tareas, para no estar haciendo cientos de cosas a la vez. Eso le permitió encontrar el foco necesario para llevar adelante al equipo sin sentir que realizaba cientos de tareas dispersas. “Durante Metis comencé a fortalecer al equipo para que, cuando yo esté haciendo otros procesos, puedan seguir solitos sin necesidad de que yo esté ahí”, cuenta.

Carmen Riera, su mentora en Metis, destaca el liderazgo de Lina como un aspecto fundamental del funcionamiento de El Cuarto Mosquetero, como medio y como agencia: “El liderazgo en Lina es lo que llamamos “el nuevo liderazgo”, el de servicio. Ella inspira con su pasión y el conocimiento que tiene de la región, sus ideas de hacia dónde quiere que vaya el medio y de la sociedad a la que apunta. Creo que ese es el liderazgo que se debe fomentar en todas partes. La primera gran trabajadora, la primera gran reportera, es ella. Entonces eso es donde radica el éxito de su trabajo”. Hoy el equipo es amplio, y la delegación de tareas permite que el liderazgo de Lina continúe enfocado en los aspectos que los harán seguir creciendo. 

El futuro

Los objetivos de Lina, como desde el primer comienzo, son ambiciosos: quiere que el medio tenga un alcance regional y nacional, enviar un mensaje de que se puede construir un medio independiente sostenible sin pauta del gobierno, motivar a otros medios alternativos a apostar a su crecimiento y no trabajar en condiciones precarias y que se puede generar empleo de calidad para la juventud. 

“Queremos contar que hay otras formas de hacer periodismo por fuera de la pauta, que todos y todas deberían buscar esas formas de sustentabilidad para lograr su independencia y garantizar democracia”, dice. Por su parte, Carmen Riera, desde su postura de mentora, considera que a seis años de la fundación del colectivo, es fundamental que Lina enfoque energías en sistematizar su saber. “Todo está en su cabeza”, asegura, y resalta que poner orden y palabras a todo ese recorrido permitirá que otros medios continúen aprendiendo del trabajo del Cuarto Mosquetero. 

Además, opina que el equipo debe continuar su trabajo de organización financiera, proyectar su presupuesto, seguir dando el ejemplo brindando condiciones de seguridad laboral para su equipo y seguir demostrando, sobre todo, que cuando una mujer joven se propone hacer un medio comunitario y comprometido, no hay nada que pueda detenerla en su decisión de volverlo sustentable y alcanzar todos sus objetivos.